Cuando hay celebraciones generalmente se hace un brindis, durante las fiestas casi siempre se ingieren bebidas que requieren mejor conservación que una soda. También se dan ocasiones que sin ser una fiesta o celebración se disfrutan con vino, como una deliciosa cena o una buena plática entre amigos, o con la pareja. En la mayor parte de estas se escucha el característico “¡POP!” que hace un descorche, un sonido muy agradable para muchos y que condiciona a la persona para degustar su copa.

El vino es uno de los licores más conocidos y que se consumen en cualquier parte del mundo, en torno a él hay diferentes clases de mitos y datos curiosos de los cuales mencionaremos algunos que quizás ni se imagina.

Verdadero y falso

“El vino no engorda” verdadero. Mientras no se exceda, es maravilloso para los que mantienen una dieta, incluso algunos estudios han llegado a revelar que una copa al día en sustitución del postre, ayuda con el objetivo de perder peso.

“El vino mejora con los años” falso. Aproximadamente solo el 1 % lo hace llegando como máximo a los 40 años, es preferible hacerlo en años cercanos a su elaboración. Ese pequeño margen depende también del lugar y las condiciones en las que lo guarde.

“Siempre se conserva en bodegas o barricas, mejor si son oscuras” falso. Algunos lo han comprobado en el mar al rescatar viejas botellas de naufragios y se han mantenido en perfectas condiciones, no solo su botella, su contenido también. Incluso hay bodegas submarinas, como por ejemplo “Bajoelagua Factory” y su vino Crusoe Treasure en Bahía de Plencia Bilbao o las Bodegas Luis Pérez y su vino “Garum Submarino” en Cádiz.

“El vino de hielo se elabora congelando el vino” falso. Su nombre se debe a su nombre en alemán “eiswein” (vino de hielo) se elabora con uvas congeladas, lo que causa que el mosto conserve un sabor intenso y mantenga una alta concentración de azúcar.

“El vino no sale con corcho” falso. Se puede servir vino sin remover el corcho de la botella, un sistema llamado Coravin lo hace posible. Su uso ayuda a resguardar el vino de la oxidación que comienza una vez que es abierto. Algunos consideran que en cuanto a este tema nada es mejor que mantener ciertas tradiciones por la nostalgia, mística y el sabor de lo antaño que se le atañen a ciertas cosas, como los tapones corcho, que aun con tantos avances siguen siendo el mejor artefacto para la conservación y el disfrute de los vinos. Hay empresas que se dedican a la elaboración de estos pequeños guardianes del mosto, y se esmeran en el tratamiento de sus materiales para ofrecer una grata experiencia con el esperado ¡POP!

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